Cada vez que tienes que hacer un regalo acude la pregunta mágica. “¿Qué le regalo?” Lo peor es que muchas veces le has regalado tantas cosas a esa persona, que al final no se te ocurre nada. Empiezas a oír grillos en tu cabeza y por más que piensas… nada. ¿Tan difícil es hacer un regalo?
Puede parecer algo sencillo, pero encontrar un buen regalo personalizado y que no sea el típico libro o colonia es de todo menos sencillo. Sí, reconoce que alguna vez te has quedado falto de ideas y has caído en uno de estos dos tópicos.
También muchas veces no conoces a esa persona. Puede ser un cliente, un proveedor, un tercer intermediario que ni siquiera tienes contacto directo. Aun así, estaría bien regalar algo que no fuera un vino. Parece que siempre que queremos regalar algo que tenga que ver con nuestro negocio sólo pensamos que el vino es la única opción.
¿Te imaginas la cara de esa persona que recibe un vino y resulta que no le gusta el vino? Pues como me pasa a mí. Lo primero que pienso: “Qué bien… otra botella de vino… a ver a quién se la doy”. Y aunque agradezco el detalle, no le veo esfuerzo ninguno, pienso que es un regalo en el que no han puesto interés.
Tanto si conoces o no a la persona para regalar no pasa nada. Lo bueno es que al ser imparcial tengo un punto de vista más objetivo.
Además, la experiencia que tengo haciendo regalos fuera de lo común es un punto extra. Y también, si lo piensas, ¿Cuántos productos hay en el mercado? Muchísimos, para encontrar algo especial hay que pensar, buscar e invertir mucho tiempo.
¿Te imaginas? Te olvidarás del proceso para encontrar un buen regalo y podrás hacer otras tareas mientras yo lo hago por ti.
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Olvídate de preocupaciones y disfruta de tu tiempo delegando tareas
